Triste, muy triste...

Sí, lo es. Es verdaderamente triste que esté en casa, aburrida como una ostra sin ganas de hacer absolutamente nada y sin poder llamar a nadie, porque realmente... ¿a quién puedo llamar?. Dentro de hora y media saldré a correr  (y todo apunta a que saldré sola), pero hasta el momento, tendré que buscar algo para entretenerme. La tele no me gusta, estar en facebook me agobia... necesito actividad, la necesito... Pensado en pintar, en volver a intentarlo..., podría ser un buen comienzo. Buscaré los oleos quizá secos, un lienzo perdido en el armario, que sé que lo tengo, e intentaré retomar algo de lo que aprendí en su día. Pasando el tiempo escribiendo... Buscaré amigas y amigos. No debe de ser tan difícil. De hecho, en algún lugar, los tengo... Este fin de semana, uno aquí.., otro por allí..., en fin, que estoy aburrida. Muy aburrida.

Por fin en mi casa

He llegado. Estoy.

Lo he intentado, pero no ha podido ser

Mi pesadez continua acompañada de un ligero escozor de boca... me siento de lo más pesada... es mal estar... necesito ayuda, lo tengo claro. Y sí, he intentado meterme los dedos, lo he hecho, dos veces, sin conseguir nada. Dos arcadas vacías. ¿Tengo que alegrarme o entristecerme? ¿Culpar a la cocinera o maldecirme a mi misma más todavía? Realmente, sí ha habido más ocasiones, en mi casa, en mi ciudad, en que sí he estado igual de pesada, pero no creo recordar que supusiera este martirio. Necesito ayuda mínimo para canalizar estos sentimientos de culpabilidad que están empezando a recaer en otras personas que no tienen culpa ninguna. Se supone que soy responsable de querer comer lo que ponen en la mesa. Puedo elegir no comerlo. Pero si no se cocinara así, podría comer sin después tener que pasar por este doble sufrimiento. Con uno es suficiente... Estoy tocando fondo. Lo estoy...

Quasi tocando fondo...

Me encuentro fatal, un sentimiento de culpabilidad desmesurado, no lo soporto más. Tengo ganas de largarme de aquí sólo por esto. A parte de tener un hambre emocional incontrolable, todo aquí se cocina con grasa de porco.  Y no puedo controlarme, no puedo controlar el estar comiendo sin ganas de lo que pongan en la mesa y todo cocinado con esta gordura.  Lo estoy pasando realmente mal,  no aguanto más, no lo aguanto. Por fin en un mes estaré de vuelta y por fin , aunque siga teniendo estos problemas de alimentación, lo que se cocine no será con esta gordura. Estoy fatal.... fatal.... pero que muy mal... A veces tengo la idea de meterme los dedos, pero no me apetece nada tener que luchar después contra esto. Se puede ser bulímica de muchas formas y con las que tengo, ya me llega. Aunque hoy, después de haberme dado cuenta de lo que acabo de meter a mi estómago, no sé si es sugestión o realidad, pero tengo una enorme pesadez y malestar.., y ganas de llorar... me siento fatal, estoy llegando a la gota que colma el vaso. ¿Vomito? ¿No vomito?... Sólo un mes, sólo un mes... Tranquila mi amor, te quiero mucho, te abrazo mucho, yo te cuido, no te preocupes por esto, no te agobies, estate tranquila... Y ya estoy llorando...

Era todo bastante absurdo

Sorpresa, furia, reproches, enfado, indiferencia, autarquía

¿Es pecado vivir feliz?. Y lo más importante, ¿el fin justifica los medios?. ¿Y si estoy atrapada y mi única forma de sentirme íntegra es dejar, lo que a mi juicicio, sería lo primordial y traer al primer plano lo que en estas situaciones carecería de tener mucho sentido?.
Quizá el camino termine en el final. Está escrito. Pero creo que puedo hayar, contra todo pronóstico, satisfacerme. Quiero vivir mi vida, feliz, plena. No quiero ser una mártir.

Con o sin mapa

El futuro está ahí, escrito. No puedo, por más que lo intento, salir de este camino. Debe ser que no hay otro paso mas que llegar hasta el final del trayecto.